UNA MALETA LLENA DE AMOR
Desde la Asociación Renacer de Chile, me han mandado este bonito escrito, de autor desconocido, que quiero compartir porque me parece muy reconfortante:
Hoy salí de viaje, un viaje rápido y bonito. Aquí es corto, te espero a la vuelta de la esquina, pero para ti sé que es largo. Hoy te escribo para contarte de mi viaje.
Aunque no lo sepas, traje el mejor equipaje que pude, y así quiero decírtelo. Mi maleta ha venido cargada de cariño, de amor que tu me has dado en todo este tiempo que hemos compartido.
He traído también valores, muy buenos valores que tu me has enseñado. Aquí no he tenido que aprender a amar, mamá … porque tú ya me lo enseñaste.
Quiero que seas conciente de la importancia del trabajo que has realizado, has hecho de mí la persona que sigo siendo, y te repito: quiero que lo sepas.
No lo olvides, me he traído conmigo cada juego, cada enseñanza, cada parte de ti que me diste y créeme: eso lo es todo. Así ha tenido que ser y has tenido que ser tú, para poder enseñarme todo aquello que me ayudo y me sigue ayudando ,porque solo tu lo has hecho.
No te preocupes por el tiempo que vas ha estar sin verme, porque ahora me toca a mí.
Me toca a mí, enseñarte y tener contigo la misma paciencia que tenías conmigo cuando me enseñaste a andar: ahora te voy a ayudar yo a caminar sin mí, porque debes hacerlo y yo te guiaré en ello…
Caerás unas cuantas veces, como tantas caí yo, pero recuerda … amorosamente me levantabas y me decías que pronto sanaría: hoy te toca a ti mamá. Te toca levantarte y ponerte en pie tantas veces como sea necesario… es sencillo, me decías, recuerdas? Pues hagámoslo juntos, estoy contigo. Si yo pude, tu puedes…somos uno, sabes?
No te preocupes porque no hablamos, porque tenemos el mejor lenguaje que se pudo inventar: el corazón. No te preocupes porque no nos veamos, porque mi imagen irá a ti cuantas veces lo necesites. No te preocupes porque no nos toquemos, recuérdame tan solo y volverás a sentirme. Abre la maleta de todo el equipaje que me diste, y quédate con eso, pues “eso” soy yo.
Si tú lloras, yo te secaré las lágrimas. Si tú sonríes, yo reiré. Si tú ríes, yo bailaré. Si bailas, saltaré. Y cuando menos te lo esperes, y sin que te des cuenta, habrás sanado y entonces esteremos verdaderamente juntos.
Estoy en cada amanecer, dándote fuerzas para comenzar el día. Estoy en cada atardecer, tranquilizándote para descansar un profundo sueño. En cada flor que se abre, dándole color y alegría a tu vida. En cada carcajada, llenándote de fuerza.
Y en tantas pequeñas cosas, que ahora te pasan desapercibidas. Si no me encuentras, acude a mi casa que es la tuya: tu corazón y alli estaré. Te quiero mamá, se fuerte, por ti y por ellos… ¡Y sonríe que te espero!
Anónimo
Querida Mercé, que bonito. No he podido parar de llorar mientras lo leía y aún ahora que te escribo estas líneas mis lágrimas siguen cayendo. Mientras lo leía pensaba en tu hijo y en cómo te sentiste al leerlo tú, porque yo no tuve la oportunidad de poder enseñar a mi hija a andar, ni pude llegar a oirla, pero intenté darle todo el amor que pude mientras la llevé dentro y al imaginarte a ti escuchando la voz de tu hijo a través de esta bonita carta el corazón se me ha encogido. ¡Dios mio, que injusta es la vida!, sigo sin entender tantas cosas. Ojalá tu hijo te sostenga cada vez que desfallezcas, como yo le pido a mi pequeña que me agarre fuerte con su manita para ayudarme cada día a poder seguir adelante.
Gracias por compartirlo. Gracias de corazón.
Un besazo.
Querida Mª del Mar,
Gracias por tus palabras. Ángela se llevó todo tu amor y sigue teniéndolo porque el amor es eterno. Esa es la moneda de cambio que nos sostiene y ese amor ha de ser tan grande que nos permita amar la vida y aceptarla, tal como es, porque en realidad nosatras sabemos de la misa la mitad de lo que pasa en el Universo.
Un aabrazo muy cariñoso
Hola, Mercè
Me alegro que lo hayas publicado. Es muy bonito y me ha emocionado todo el amor que hay en él. Amor incondicional y eterno, amor que no se olvida, a mor que permanece en el recuerdo y en el corazón.
Gracias por compartirlo.
Besotes.
hola nose q decir hace unos dias pase la dolorosa prueba d tener y perder ami hijo o vi lo toke lo bese y no se aun miroa al cielo cada q despierto y no kiero cuestionar a dios pero me pregunto por q se lo yebo por q si yo lo esperaba con ancias no entiendo hay muchas preguntas y ninguna respuesta ahora entiendo ami madre el dolo r q ciente por cadauno d susu hijos y kiero una pronta resignacion antes d centir q me muero y se q es cierto q el esta aki cadavez q lo traigo a mi menten gracias por esto tan lindo q escriviste centi por un momento q era mi hijo kien me lo leia
ES ESCUCHAR LA VOZ DE MI HIJA. NO TENGO PALABRAS PARA DESCRIBIR LO QUE SIENTO, LA EMOCIÓN, EL DOLOR ME IMPIDEN DECIR NADA MAS.
SOLO GRACIAS.
Hoy son 640 días desde que mi hijo Jonathan de 16 años partió al cielo se llevó la mitad de mi vida, es un dolor que me desgarra el alma y aunque pasa el tiempo no logro salir adelante, es como que me estoy yendo a un vacío, y al leer estas palabras me hicieron pensar y pensar y solo espero que algun dia pueda superar y aprender a vivir con este dolor.
Hola perdi a mi hijo hace apenas tres semanas,tenia tres añitos y me muero de la pena no hay nada ni nadie q calme el dolor q siento me ahogo en lagrimas no hay consuelo ni palabras q sosieguen el dolor la rabia la pena como se puede vivir asi……?
Mi hijo murió hace 9 meses, tenía 13 años. Fué un crio maravilloso, como todos lo són ante los ojos de sus padres.La carta que has publicado es muy bonita, da aliento a la desesperación que yo siento. Siempre pensamos en él y nunca encuentro la respuesta del porqué.
Rosa, bonita, no hay un porqué. Con la mente no es posible entender la muerte de un hijo.
Con el tiempo y un trabajo interior es posible aceptar más la vida y elevar nuestra vibración de amor.
Un abrazo grande y muy, muy cariñoso.
Hola Merce
El dia de la madre recibi de mi amiga este escrito,siempre hemos estado muy unidas por muestra amistad,y ademas soy la madrina de su segundo hijo,ahora estamos unidads tambien por el dolor de la perdida de nuestros hijos, el mio fallecio en octubre de hace tres años y el de ella (mi ahijado) en octubre de hace dos vamos compartiendo el dolor y la esperanza de que nuestros hijos esten en un lugar mejor y no sufran por nada, a las dos nos gustaria creer en ello pero la vida ha sido tan injusta con nosotras que no podemos hallar consuelo ni descanso para nuestro sufrimiento, ya que respuestas al poque no las encontraremos nunca.
Gracias por este pequeño consuelo, y un abrazo a todas las madres que han sufrido la perdida de un hijo.
Josefina bonita, un abrazo grande para ti y tu amiga.
No busquéis el porqué. No tiene respuesta y solo sirve para volvernos locas. A mi me va mejor preguntarme qué hacer con tanto dolor, cómo transformarlo en amor, de qué me tengo que desprender, que tengo que aprender…
Creo que es así a pesar de que hace poco tiempo (5 años) que Francisco murió, desde el primer día me he puesto en su lugar y recuerdo su personalidad tan positiva, a pesar de sus cortos 14 años… quería ver a la gente bien, hacía lo posible y lo imposible. Cuando yo decaía por cuestiones de trabajo era él el que me levantaba el ánimo con palabras que yo le había dicho en algún momento. Y cuando leo esto siento su voz diciéndomelo, se que él me ayuda a seguir, por él, por mí y por mis otros hijos: Manuel y Josefina. Tengo días que lloro porque lo extraño pero mi hija más chica me dice «no estés triste yo estoy acá» y me mira y me besa, como ponerme mal ante tanto amor….
Hola Merce: yo tambien he perdido a mi hijo hace 14 meses,tampoco lo tengo asumido, tenía 27 años y fué un valiente durante los 20 meses de su enfermedad,tenía sus momentos bajos pero intentaba por todos los medios qusu padre su hermana y yo no sufrieramos.
Nos dejó una carta escrita para los tres,llena de amor y de agradecimiento.No puedo contener las lagrimas cada vez que la leo,y lo mismo me ha pasado al leer Una maleta llena de amor,es preciosa, yo la he enmarcado y la leo siempre que me siento triste, me ayuda mucho y te doy las gracias por haberla publicado.
Yo la encontré una noche que no podía dormir y me meti en el ordenador para buscar ayuda.
Gracias otra vez.
Fátima preciosa,
La carta que te dejó tu hijo es un tesoro inmenso al que siempre puedes recurrir. Ellos, nuestros hijos, ya acabaron lo que vienieron a hacer aquí y, además, lo hicieron muy bien. Plantaron semillas de amor que a nosotras, las madres, nos toca hacer crecer. También tenemos que aprender a vivir sin ellos y eso no es fácil, duele y es un proceso largo. Pero ya verás como él y tus guías te mandan mucho amor y energía para que lo hagas bien y los tres que estáis aquí volváis a ser felices. Es lo que ellos quieren desde el otro lado.
Un abrazo grande