SILENCIO Y QUIETUD
Cuando la existencia duele es bueno dar largos paseos por la naturaleza, sin prisas y en silencio. Los árboles, las nubes, el sol, el agua, el viento y el cielo son sanadores. También lo es estar callados y sin hacer nada en casa. La quietud y el silencio nos conectan con nuestra fortaleza y nos ayudan a recordar lo valiosos y extraordinarios que realmente somos.
Es más fácil escucharnos y sintonizar con la esperanza, la confianza, la paciencia y el amor incondicional si nos centramos en nosotros mismos, porque es en nuestro interior -y no fuera- donde de verdad se encuentran.
La transformación lenta y profunda que emprendemos durante la travesía del duelo requiere llevar una vida pausada y sencilla. No es momento de acumular, al contrario, la liberación llega si somos capaces de aligerar miedos y desprendernos de lo que nos ocupa demasiado espacio y tiempo. Así, desnudos de recelos, al final del viaje cada uno alzará con plenitud y serenidad el vuelo.
Hola, Mercè
Cuánta sabiduría hay en tus palabras. La naturaleza y el silencio también son sanadores y es más fácil escucharnos, aunque muchas veces se nos olvide.
Besotes.
vengo de otro blog, a conocerte y te veo en la foto que tienes en cabecera unos ojos llenos de luz y un semblate armonico de paz, eso me alegra pues el padre esta contigo y te cuida.
que decir ante una madre tan especial como tu, solo que dios te conserve esa luz que tienes en los ojos que se te ve el alma del espiritu desde fuera y la paz que me has transmitido solo por venir a visitarte no tiene precio.
un beso de condor se felizamiga merce.
María Eugenia, preciosa, no importa que se nos olvide. La naturaleza y el silencio están ahí y no nos piden nada, ni que nos acordemos. Poco a poco, cuando los necesitamos vamos recordando. Te agradezco inmensamente todo lo que tu me has recordado desde que nos conocemos.
Un abrazo grande y muy, muy cariñoso.
Condor, que bonito nombre, que bonitas las palabras que surgen de las almas cariñosas y especiales como la tuya. La luz y la paz están en los ojos de quién las ve. Estas cualidades son tuyas, están en ti, sino no las verías.
Un abrazo de corazón y gracias por tus deseos de felicidad