¿TE SIENTES VULNERABLE?

 

 

Es posible que estés tan cansada que te cueste levantarte, que por las noches, en cuanto oscurece, necesites arroparte entre las sábanas y esconderte del mundo, incluso de ti misma.

 

Tal vez te invade un sentimiento de abandono tan antiguo como la propia Tierra, un desespero tan profundo que te ahoga. Tienes miedo y darías cualquier cosa por dejar de tenerlo, ¿verdad?

 

Probablemente es un miedo atávico que te acompaña desde pequeña, por más que intentas esquivarlo. Seguramente ha crecido con la muerte de tu hijo, de tu compañero del alma, de tu amigo inseparable, de tus padres.

 

Si te sientes hoy así, respira hondo, concédete una tregua y mírate con cariño ¿No te parece que ya has aguantado bastante? Agárrate de la mano de la compasión y acaricia con amor tu miedo, envuelve con ternura tu pena, permíteles estar y expresarse sin reproches.

 

Solo tienes que cerrar los ojos y, con delicadeza, arrullar en silencio tu desasosiego. En el fondo sabes que solo el amor es capaz de sostenerte. Recuerda que tu no eres la tristeza, aunque estés triste. Tan solo se trata de sentir, tan solo eso.

 

No temas sentirte vulnerable, deja de sostener lo insostenible. Qué caigan las murallas, que se rompan en mil pedazos las armaduras. Eres un chispita de amor que ha venido a experimentar en su totalidad la vida.

 

No vivas con el corazón tapiado, quítate la venda, ahora ya sabes que el tiempo aquí es limitado. Abraza la vida. Entrégate al amor hasta el último suspiro, aunque duela.

 

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