RECUERDA QUE ERES LUZ
Cuando empecé a “espiar” mis pensamientos me di cuenta de que yo era mi principal enemiga. ¡Con cuánta dureza nos criticarnos¡ No solemos tener una buena opinión de nosotros mismos.
Es una verdadera pena porqué estoy convencida de que somos seres preciosos, llenos de amor y luz. En parte es lógica nuestra ignorancia porqué al nacer nos cubre el velo del olvido.
Nuestra misión aquí es recordar que somos chispitas de amor en estado puro, pero son tantas las capas de miedo que nos cubren que cuesta llegar a la esencia de lo que somos.
Por eso propongo que actuemos “como si”, hasta irnos acostumbrando a lo que realmente somos; seres bondadosos, amorosos, generosos, solidarios, llenos de ternura y belleza.
Somos capaces de sentirnos mejor cuando actuamos “como si” nos sintiéramos reconocidos, valiosos, poderosos, “como si” el amor fuera seguro y la vida gozosa.
Todo eso tan bonito que vemos en algunas personas, lo llevamos todos dentro. Resulta gracioso que busquemos fuera lo que guardamos en nuestro interior, sin saberlo.
Por eso el silencio resulta tan reconfortante. Cuando estamos, sin prisas, con nosotros mismos, sin distracciones, quizá entre medio de mil pensamientos terroríficos, aparecen destellos de luz, que nos dan alas para seguir adelante.
Por eso también los desafíos de la vida, como los grandes duelos, se convierten en magníficas oportunidades. Nos permiten despertar, sacar el piloto automático y responsabilizarnos de nuestra propia existencia. Eso nos devuelve el poder, nos hace libres.
Empieza por agradecerte todo lo que has conseguido desde que naciste. Date las gracias por cada día de que te has levantado desde que murió tu ser querido. Felicítate por todo lo que has conseguido hasta ahora.
Sí que puedes, eres muy capaz y te lo mereces.
Deja un comentario