GUERREROS DEL AMOR

Apply-Some-Pressure1Tal vez con la muerte de su hijo los hombres se enfrenten, por primera vez, cara a cara, con su más desgarradora vulnerabilidad. Las mujeres también, claro, pero ellos llevan siglos intentando rehuir, al menos en público, las lágrimas, la impotencia, la certeza de que ante la muerte es imposible proteger a los tuyos.

 

 

Durante generaciones, que se remontan a tiempos sin memoria, se ha educado a los niños para ir a la guerra. Es así, aunque nos duela, aunque de un tiempo a esta parte las cosas estén cambiando y sea distinto para algunos. Por eso, para poder acudir al campo de batalla, su ADN incluye una coraza de guerrero que dificulta la expresión de sus sentimientos. Esa armadura es más o menos densa y profunda según la cultura en la que el niño ha crecido. Pero las emociones, los sentimientos están ahí, hirviendo, debajo del peso de siglos de silencio.

 

A mi me enternece su dolor, ese dolor que no pueden compartir con casi nadie porque les han enseñado a ocultarlo. Esa desgarradora desesperación que intentan esconder para no causar más desconsuelo. Ese volcán de sentimientos encontrados que no pueden resolver con la acción, con el trabajo, con la seguridad que proporciona el dinero…

 

A mi me enternece ver que, cuando por fin se desmontan, porque la muerte de un hijo te hace tocar fondo, en vez de ser compasivos con ellos mismos se sienten culpables porque les han hecho creer que si se vienen abajo no están a la altura.

 

vellets¡Qué solos están los hombres ante el dolor! Por eso, aunque parezca una contradicción, algunos abandonan a sus mujeres y huyen.

 

A mi me parece que ya ha llegado el momento de tender puentes, de ir de la mano, de aceptar que cada cuál hace con su dolor lo que puede, lo mejor que sabe. Llorar va bien pero a algunos hombres les ayuda más hacer algo, pasar a la acción, para que los suyos estén mejor. Y si lo hacen con amor, lo que sea está bien, aunque se equivoquen. Los hombres en duelo, más que nunca, necesitan nuestras miradas de aprobación.

 

A ellos les cuesta más pedir ayuda y, cuando lo hacen, el sentir de muchos se resume en esta frase que me escribió hace unos días un padre: “daría la vida por la de mi hijo, pero no puedo llorar, ni mostrar mi desespero en casa, no quiero aumentar el dolor de mi mujer, no sé cómo protegerla”.

 

No es posible proteger a nadie si uno no se enfrenta primero a sus propios miedos.
Si cada uno se enfrenta, a su manera, a sus temores más inconfesables entre todos construiremos algo nuevo. Algo que nos ayude a estar más cerca, sin recelos, sin reproches, como si todos fuéramos uno y jugásemos en el mismo equipo. Todos necesitamos mirarnos con amor y ternura.

 

 

Robert DziewulskiLas bases de los nuevos guerreros las expresa muy bien Jeff Foster:

 

 

“… A los nuevos guerreros –dice el escritor- no nos importa ser aprobados. Somos unos locos guerreros sin una sola pista.
Guerreros de la luz y la oscuridad, del sol y la luna y de las estrellas y la sombra, recorriendo nuestro camino sin miedo, o con un tremendo miedo.
No negamos ningún sentimiento.
Guerreros heridos, pero nunca avergonzados de nuestras heridas.
Guerreros fallidos que encuentran la victoria en sus fracasos.
Guerreros que no siempre se sienten como guerreros.
Guerreros con el corazón roto, pero avanzando, desnudos, exhaustos, vivos. La paz, nuestra única arma, El amor, nuestra única guía”.

2 Responses to GUERREROS DEL AMOR

  • Lourdes Garciadiego C dijo:

    Me gusto mucho sus análisis y observación, creo que es muy acertada.
    Para este tema les recomiendo muchísimo el «LIBRO DE DANIEL» La presencia de tu ausencia. De Gerardo María. Editorial Paralelo 21.
    Trata del proceso de duelo que vivió en carne propia al morir su hijo.

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