DELICADEZA, SUAVIDAD Y TERNURA

Es posible que tu mundo se haya oscurecido, que vayas a ciegas, sin rumbo, a tientas. Tal vez el dolor nunca había partido tu vida como ahora que él o ella se han ido.

 

Lo de antes se acabó y eso duele tanto… Puedes acorazarte y sumergirte en las tinieblas esperando que amaine. Sí, puedes intentar eludir lo que sientes, es mucho el desgarro, lo sé, pero no sirve, cielo.

 

El tiempo por sí solo no cura nada, tan solo sintiendo la tristeza, el dolor, la rabia, el miedo es posible volver a la vida. Mírate con ternura, es largo el recorrido y necesitas mucho cariño.

 

Busca la belleza. Lo sutil suele acariciar el alma. Tu herida necesita silencio, huye de la multitud, de las prisas, deja de murmurar. Pon la atención en lo mejor de ti y de cada uno de los que te rodean. Así suele crearse la armonía, la paz, la calma, el afecto.

 

Mima con delicadeza tu herida, no la escondas, deja que el sol y el aire la tornen rosada. La vida nos rompe a todos tarde o temprano. Lo esencial, lo que a mi entender nos llena de sentido es hacer algo amoroso con los trozos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contador
Visitas
MIS LIBROS
Volver a Vivir

Clicar en la imagen

Clicar en la imagen.

Clicar en la imagen