Todos somos artistas porque tenemos la capacidad de crear nuestra propia vida, que es la máxima expresión de la crea-ti-vidad (crea-tu-vida). A partir de hoy podemos imaginar, sin límites, cómo queremos que sea nuestra existencia. Si queremos abundancia, paz, amor, y armonía en nuestros corazones y a nuestro alrededor tendremos que ir plantando las semillas que producen estos frutos, cuidarlas y eliminar las malas hierbas (creencias, apegos, programas, emociones reprimidas, juicios y prejuicios…) que dificultan la obtención de una buena cosecha.
Para cambiar hábitos y plantar las nuevas semillas y protegerlas de vientos y tempestades podemos recurrir a un sinfín de terapias (yoga, tai-chi, técnica metamórfica, ho’oponopono, constelaciones familiares…) y, claro, a hacer cada día algo, por pequeñito que sea, que realmente nos guste, hay muchas formas de mimarse, cada uno es libre de elegir la suya.
Si hemos preparado bien la tierra, hablando con sinceridad con nosotros mismos (cómo nos sentimos, qué queremos) sin casi darnos cuenta estaremos ya recogiendo frutos.
Hola, Mercè
Qué bonita entrada. Es cierto, debemos seguir adelante, tenemos un propósito en la vida, aunque a veces no sepamos cuál es. El encontrar herramientas que puedan ayudarnos a hacerlo o a estar en calma con nosotras misma, también es conseguir bienestar y paz. Y a la larga, estabilidad y fuerzas para avanzar.
Besotes.
Jolin que curioso..en el face tienes a Pilar Tierraseca jajjaa.Es de mi asociación.Mas besos