AMARNOS CON LOCURA
A algunos nos acompaña, quizá desde muy pequeños, una inquietud soterrada. Ese desasosiego tiene que ver con no estar nunca del todo satisfechos, con querer hacer un poco más o mejor lo que hacemos, como si estuviéramos en deuda permanente y tuviéramos que esforzarnos mucho para intentar saldarla.
Es agotador vivir así ¡¡ cuánta dureza con uno mismo !! Eso queda muy lejos de la calidez, de la amabilidad, de la cordialidad que tanto reconforta. Bastante hemos sufrido ya con nuestros pequeños y grandes duelos, ¿verdad? Por eso, para cambiar esa inercia, he decidido amarme con locura, sin pedirme nada a cambio. Ni exigencias, ni cargas, ni reproches. Se acabó perseguir los fallos en vez de prestar atención a la belleza.
Cuando me siento disgustada, sin fuerzas, triste, cansada en vez de continuar, como hemos venido haciendo durante siglos muchas mujeres hasta caer enfermas, me paro y me envuelvo en un nido de ternura. Allí, arrullada por un silencio dulce, me siento protegida y dejo caer una a una mis armaduras. Entonces suelen aparecer mis fantasmas. No les pregunto por qué han venido, simplemente les escucho y descansamos juntos, sin resistencias.
Me abandono con confianza porqué se que el amor me sostiene. He podido comprobarlo; cuando me entrego estoy a salvo.
Pase lo que pase, qué gratificante es amarse a uno mismo con pasión, sin pedir nada a cambio.
Maravilloso lo q dices.Sí genial d verdad.Es lo mejor q se puede hacer para cuidarse y quererse y respetarse.Muchas gracias
Gracias a ti Lola y un abrazo grande