UN RATITO AL SOL
Tal vez ahora estés viviendo un momento de inquietud, de dolor, de incertidumbre, de desconcierto… Probablemente tengas el corazón roto y te sientas agotada, al límite de tus fuerzas.
Si es así, te propongo que te permitas parar. Constrúyete un refugio de ternura y descansa hasta recuperar fuerzas. Deja que la vida actúe, no persigas nada. Simplemente sé dulce y amable contigo.
Envuélvete en un suave manto de silencio y paz y déjate mecer. Si tu mente no para, pídele que se relaje y si no es posible, da igual. Déjala a su aire mientras tu te regalas la calidez de un ratito al sol.
Te mereces descansar; quítate las mascaras de guerrera, de fuerte, de luchadora, de sabia, de pobre, de rica, de dulce, de arisca, de víctima o de lo que sea y disfruta la ligereza de no tener que representar nada.
No intentes reprimir ni controlar lo incontenible. Estas exhausta, ¿lo recuerdas? Abraza con ternura cualquier grito de miedo que surja de tu interior, no intentes estar bien, con saber que el amor te sostiene mientras curas con sosiego tus heridas es suficiente.
Acabo de descubrirte! Y se que no es casualidad, estoy leyendo tu blogs y ya te quiero!!
Perdí a mi hijo hace 20 días y como duele todo….
Voy a seguirte como ejemplo..
Un abrazo Andrea. Ten paciencia contigo misma, pide ayuda, y agárrate al amor.