UN DÍA FELIZ

 

FLORSHoy hace 30 años que nació mi hijo mayor, Ignasi, el que se fue a los 15.  Y me siento inmensamente feliz porque hace ya algún tiempo que cuando hablo o pienso en él el sentimiento que me invade es la alegría. No hay dolor, solo amor. Es fantástico!! El camino hasta llegar aquí ha sido largo, pero ha merecido la pena no haber tirado la toalla.

Lo cuento porque sé que algunos padres empiezan ahora la andadura y sé cuanto cuesta ver la salida. Sé que hay días negros, en los que no se vislumbra ni la más remota posibilidad de salida. En cambio sí, existe, es posible trascender el dolor y sentir solo la inmensa gratitud de haber dado a luz a un ser maravilloso que, en mi caso, he disfrutado aquí 15 años y me ha seguido acompañando , de momento, otros 15.

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