EL PERDÓN EN EL PROCESO DE DUELO
Este viernes 13 en CanVi (www.canvi.org), nos reunimos a las 19h para hablar del perdón en el proceso de duelo.
El perdón, cuando lo otorgamos a los demás y, sobre todo a nosotros mismos, es un don que nos devuelve la calma y la serenidad. Mientras nos resistimos a perdonar o a perdonarnos estamos atrapados en el resentimiento o la culpa y, poco a poco, el corazón se va apagando y nos convertimos en seres resentidos y amargados. De ahí a perder la salud no va ni un paso. En cambio, perdonar libera, deja espacio a emociones sanadoras como la alegría, el servicio, la solidaridad, el sentido del humor, la tolerancia…
Entrada libre, aportación económica la voluntad para gastos del local. Confirmad asisténcia: 651694173
Foto: Jaume Alsina
Hola, preciosa
No puedo estar más de acuerdo contigo. El perdón libera y sana.
Es una pena que la distancia me impida acudir, pero estaré allí en espíritu y corazón.
Besotes.
Gracias preciosa,
que tengas un diciembre muy feliz,
Besos y un abrazo grande
Hola Mercè, es verdad que hay que perdonar, pero sobre todo a nosotros mismos, porque cuando sucede la perdida del ser mas querido, crees o te queda la duda de si hicistes lo correcto y sigues con este pensamiento constantemente, hasta que llegas al punto de ver que no es así, se hizo todo lo que se pudo y tú no tienes la culpa y a partir de ahí se empieza a recuperar la alegria y el sosiego.
Un abrazo enorme y supongo que ya abras sido avia.
Un beso y felicidades.
Mercè.
Hola, Mercè, bonica
Sí, perdonarnos y querernos tal como somos, con nuestras dudas, nuestros miedos, nuestros achaques… nos da paz. Todo lo que no perdonamos o negamos se hace grande y nos amarga. Aceptar la vida y a cada uno tal como es alivia mucho.
Y sí, ya soy ABUELA de un niño precioso que se llama Genís. Tu ya sabes lo que es: FANTÁSTICO.
Me encantó conocerte el día de la presentación del libro. Gracias por venir.
Besos y un abrazo enorme
Querida Mercé, es tan difícil. Se que ese sentimiento nos ahoga, nos enferma, nos hace no progresar lo que deberíamos, pero al menos yo en mi caso, no puedo y además no quiero. No puedo y no quiero perdonar a los que tuvieron la culpa de la muerte de Ángela, porque si bien es cierto que a mi no me hace bien, ellos no se merecen mi perdón, por su falta de humanidad, por su desdén por la vida humana, por ignorar mi miedo, mi sufrimiento y sobre todo por dejar que una personita indefensa pagara las consecuencias de su dejadez, encima por personas que precisamente por su profesión pones tu vida en sus manos y confias en ellos. Pues yo lo siento mucho, pero no puedo, porque además sé que siguen actuando igual, que les sigue dando exactamente igual el daño, el dolor y las consecuencias de sus actos y no actos conyevan. Por el contrario, si me gustaría poder perdonarme a mi, y esto, aunque si sería algo que quisiera, no puedo, y no puedo por que creo que podría haber hecho algo más, porque quizás si hubiera tomado otras decisiones, pero sobre todo no puedo porque no tuve el valor ni el coraje de poder verla, de poder tomarla en mis brazos, de poder darle mil y un besos, de hacerle sentir que su mamá aunque estaba destrozada, estaba allí con ella. No puedo Mercé. En este caso, me gustaría poder sentir su perdón y así poder yo perdonarme, porque es algo que me mata.
A los primeros no podré nunca, y en cuanto a mi, ojalá que algún día pueda dejarme perdonar.
Aún así intento vivir cada día abriendo mi corazón a cualquier sentimiento de alegría, de vida.
Un beso enorme.
M.Mar yo te entiendo , es tan dificil perdonar.Yo tengo tus mismos sentimientos y sé que no son los correctos.Yo también pienso que la muerte de mi hijo pudo haberse evitado y no perdono a las personas que tuvieron relación con su muerte aunque fuera de manera indirecta y también tengo un sentimiento de culpa muy grande pero tampoco puedo perdonarme y pienso como tu ojala algún día pueda perdonarme.Animo
Permitiros sentir ahora lo que sentís, no hay que forzar nada, llegará un día que tendréis la certeza de que la culpa no sirve para nada y el perdón inundará con sosiego vuestra alma.
Un abrazo enorme a las dos
Querida Mª del Mar,
Entiendo tu rabia, es legítima y la comparto. La muerte de un hijo produce una rabia inmensa que a mi estuvo a punto de envenenarme. Pero también entiendo que nadie se va un minuto antes o un minuto después, que tanto el nacer como el morir no están en nuestras manos ni en las de nadie. Eso es lo que a mi me parece. También creo que es bueno perdonar, no por los demás, sino por nosotros mismos. Ese no quiere decir que encontremos bien lo que está mal, simplemente que dejamos ir el resentimiento, que nos liberamos. Mientras no perdonas retienes y de ahí al resentimiento y la amargura va un paso. Es más sanador perdonar, sobre todo perdonarte a ti, porqué tú no tienes la culpa de nada, cada cuál hace lo que buenamente puede y sabe en cada momento. Los errorres no son un fracaso, sino la forma que tenemos los humanos de aprender.
En lo más profundo de tu corazón tú sabes que tu hija no tiene nada que perdonarte y, si lo tuviera, ya te ha perdonado. Tan solo espera que te perdones tú, que aceptes la vida tal como eres y puedas sentir su profundo amor y agradecimiento en tu corazón. Cuanto más agradecida y amorososa estés tú, más fácil te será sentirla a ella.
Un abrazo enorme y muy cariñoso
Hola guapa, yo perdí a mi único hijo de 23 años hace año y medio por suicidio, desde entonces la culpa no me deja vivir, intento buscarle a la vida algún sentido, pero la vida sin el me resulta casi imposible, es como una especie de freno para hacer cualquier actividad, automaticamente piesnso en el y parece como si le estuviera traicionando.
Intent!o cuando me invaden sentimiento de culpa apartarlos de mi mente a veces lo consigo, pero no por ello me siento menos culpable. Me es muy dídicil alzar el vuelo, y sentir alegría. Un beso enorme y gracias por tu blog.
Me siento igual q tu, mi hija con 16 años. No tengo ganas d seguir viviendo, solo espero reunirme con ella pronto. Un beso
Anna, un abrazo grande y muy amoroso
Anna un abrazo enorme, la mayoria de las veces pienso igual que tú, me gustaría poder conocerte y ayudarnos mutuamente.
Querida Pilar,
Es difícil aprender a vivir después de la muerte de un hijo, pero no imposible. Yo ya sé qué tu sabes que la culpa no sirve para nada. Pero también sé que la rabia y la culpa están muy presentes y cuesta mucho deshacerse de ellas. Una de las maneras qué yo conozco es a través del perdón y el amor. Hay un método el Ho’Oponopono que puede ayudarte. No sé si conoces el libro de la Dra. Mª Carmen Martínez Tomás. Es de la editorial Oceano. Te puede ayudar.
También te puede ir bien leer el mío: «Palabras que consuelan». El camino que vas a recorrer es largo, pero mientras estés en la vida, merece vivirla en honor a tu hijo.
Un abrazo grande y, por favor, escríbeme siempre que quieras, en todo lo que pueda, me encantará ayudarte.
Gracias Mercé por tus palabras me hacen mucho bien, tu libro ya lo leí, ahora lo estoy volviendo a leer, me está siendo de gran ayuda, en cuanto al ho,oponopono no lo conozco pero buscare el libro.
Un abrazo enorme y muchas gracias por tu ayuda.