Enamórate de ti

ABRAZO 2014-04-22 a las 11.58.01

Abraza la soberbia que hay en ti, porque detrás de ella hay un niño no querido.
Abraza la exigencia que hay en ti, porque detrás de ella hay un niño que no ha sentido el Amor.


Abraza al “agradador eterno” que hay en ti porque detrás de él hay un niño rechazado.


Abraza la ira y el enojo que hay en ti, porque detrás de ella hay un niño abandonado.


Abraza al solitario que hay en ti, porque detrás de él hay un niño excluido y discriminado.


Abraza el desgano, la apatía, la falta de sentido, porque… detrás de todo esto, está tu niño padeciendo ser quién no es…


Abraza el dolor que hay en ti, porque detrás de él hay un niño lastimado.


Los niños que habitan dentro de nosotros, están empezando a manifestarse y esta vez no paran hasta ser escuchados…


Por favor, desde lo más profundo de mi corazón te pido, no los silencies más…
Aprender a integrarlo, a comprenderlo, a abrazarlo, a liberarlo, devolverlo a la vida, esta es la tarea de hoy, te aseguro que es el Camino para que tu Divinidad baje a la Tierra.

 

Clarissa Pinkola Estés. Mujeres que corren con lobos.
A través de Pabla Ferreyra.

5 Responses to Enamórate de ti

  • Hola, preciosa

    No lo había leído. Es muy bonito, Voy corriendo a abrazar a mi niña interior porque se va a sentir recompensada, llena, amada y liberada.

    Mil gracias por compartirlo :D.

    Besotes enormes.

  • Nati dijo:

    Hola Mercè.
    Hoy quiero compartir contigo esta poesía de Miguel Hernández, en recuerdo a mi hijo Carlos, que el 10 de abril hará cuatro años que ya no está entre nosotros.
    Ay, hijo soy del ay,
    hijo soy del ay, mi hijo,
    hijo de su padre amargo.

    Ay, hijo soy del ay,
    en un ay fui concebido
    y en un ay fui engendrado.

    Del ay al ay por el ay,
    en un ay puse a mi madre
    el vientre disparatado:

    Del ay al ay por el ay,
    iba la pobre -¡ay, qué peso!-
    con mi bulto suspirando.

    -¡Ay, que voy a malparir!
    ¡Ay, que voy a malograrlo!
    ¡Ay, que me apetece esto!
    ¡Ay, que aquello será malo!
    ¡Ay, que me duele la madre!
    ¡Ay, que no puedo llevarlo!
    ¡Ay, que se me rompe él dentro,
    ay, que él afuera! ¡Ay, que paro!
    En un ay nací: en un ay
    y en un ay, ¡ay! fui criado.

    Del ay al ay por el ay,
    del ay al ay por el ay,
    a un ay eterno he llegado.

    -¡Ay, que me arranca los pechos
    a pellizcos y a bocados!
    ¡Ay, que me deja sin sangre!
    ¡Ay, que me quiebra los brazos!
    ¡Ay, que mi amor y mi vida
    se quedan sin leche, exhaustos!
    ¡Ay, que enferma! ¡Ay, que suspira!
    ¡Ay, que me sale contrario!

    Ay, hijo soy del ay,
    y ¡adiós!, el aire me dice
    cuando pasa por mi lado.

    Ay, hijo soy del ay,
    sucias rachas tumban todas
    las cometas que levanto.

    Del ay al ay por el ay,
    del ay al ay por el ay,
    a un ay eterno he llegado.

    Del ay al ay, por el ay,
    vivo en un ay, y en un ay
    moriré cuando haga caso.

    Ay!, dirá, solo, mi huerto;
    ¡ay!, llorarán mis hermanos;
    ¡ay!, gritarán mis amigos,
    con un ay entre los labios.
    ¡Ay, qué angustia! ¡Ay, qué dolor
    de cielos, mares y campos;
    de flores, montes y nieves;
    de ríos, voces y pájaros!

    Del ay al ay por el ay,
    a un ay eterno he llegado.
    Vivo en un ay, y en un ay,
    vivo en un ay, y en un ay
    moriré cuando haga caso.

    En un ay nací: en un ay
    y en un ay, ¡ay! fui criado.
    Del ay al ay por el ay,
    a un ay eterno he llegado.
    Del ay al ay, por el ay,
    vivo en un ay, y en un ay
    y a un ay eterno he llegado
    del ay al ay por el ay.

  • Mercè Castro dijo:

    Querida Nati, precioso, muchísimas gracias. Te mando un abrazo grande, grande que tu dure todo el día de mañana

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