ELIJO EL AMOR
Me siento infinitamente agradecida a mi madre, a mi padre, recientemente fallecido, que me han dado la vida y a mis hermanos, que están ahí y que, de alguna manera, forman parte de mi y yo de ellos.
Y luego está mi familia de luz. Esas personas que aparecen, en distintos tramos de la vida, esas amigas y amigos del alma que son un auténtico regalo.
Se las reconoce porque su energía vibra con la nuestra y despiertan en nosotros algún don oculto. Junto a ellas florece una versión nuestra que permanecía en letargo. Sabes de lo que hablo, ¿verdad?
A mi me gusta imaginar que esta familia de luz no lo es por azar. Tenemos con estas almas un pacto de amor, de ayuda mutua, que va allá de la vida y la muerte. Ese sentimiento también lo siento con mis hijos.
Ahora estoy viviendo la enfermedad grave de una de mis amigas del alma y eso me duele, me duele mucho y, al mismo tiempo, despierta en mi un amor, una ternura infinita. La rabia, el desespero, cuando te los dejas sentir, deja espacio al cariño. Entonces, como un puzzle, todo en caja.
Mercè Castro Puig
LIBROS:
«VOLVER A VIVIR»
«PALABRAS QUE CONSUELAN»
«DULCES DESTELLOS DE LUZ
También me encontrarás en:
INSTAGRAM: menorcasonbou
YouTube: Maria Mercè Castro Puig




Deja un comentario